Hace unos años, los juegos japoneses tenían una acogida bastante fuerte en los mercados occidentales. Ahora, la situación es diferente, tal como lo vimos en la E3 2011, donde la presencia de juegos japonese fue baja, débil con respecto a ediciones anteriores y calificada por algunos expertos como decepcionante (tal como lo expresó Koji Taguchi).
Según Kojima, en este mundo actual globalizado el éxito de un videojuego es hacerse diferente, hacer clara la separación entre el mercado occidental y el oriental. Si un equipo japonés quiere conquistar el mercado de occidente, debería separarse de la casa matriz en oriente, llevar (o reclutar) talento humano en la región donde quieren triunfar, establecer operaciones propias allí, adaptarse a la cultura del entorno y pagar de acuerdo al mercado laboral de donde se establezcan. Esto es palabras más palabras menos, separar el equipo oriental del occidental.
americanos responderían con ‘¿Qué pasa con estos juegos que muestran chicos de aspecto femenino luchando en Japón con grandes espadas?” Con este ejemplo Kojima dio a entender que en cada región la cultura de los gamers es distinta, en cada parte se distinguen gustos propios por los videojuegos y es necesario satisfacerlos.
“Los japoneses podrían decir ‘¿Por qué extraterrestres’?, pero los
Al pan, pan y al vino, vino.
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