A partir del 15 de agosto entra en vigor un nuevo tratado de libre comercio entre Colombia y Canadá. Según el Gobierno colombiano, los empresarios nacionales tendrán un mercado potencial de 33,9 millones de personas para vender sus productos; los sectores de agricultura, textiles, automotriz, materias primas de construcción y servicios, los principales beneficiados.
Por su parte, los canadienses tendrán un mercado de 46,3 millones de personas, en el que el sector de servicios canadiense tiene todas las de ganar; efectos especiales, educación y productos de entrenamiento, software para negocios y mercadeo, producción de contenidos para internet, telecomunicaciones y dispositivos móviles, son algunos de los subsectores que abrirán oportunidades de negocio gracias a este tratado bilateral, pero uno de ellos se destaca por el posible impacto positivo que tendrá en el consumo colombiano: videojuegos.
Canadá cuenta con una de las industrias de videojuegos más importantes del mundo; 2.300 empresas conforman el subsector de electrónica y multimedia, con más de 18.000 empleados entre todas. Electronic Arts, el segundo publisher más importante después de Nintendo (2010) tiene centradas sus operaciones en Canadá, y Ubisoft (cuarto en el mundo, 2010) cada día toma más fuerza en Montreal. Radical Entertainment, Rainmaker Entertainment, KOEI, Toon Boom, entre otros, operan en Canadá y entre todas estas compañías, han llevado a la industria del entretenimiento digital a ser una de las más reconocidas del país, junto a la automotriz, aeroespacial, ingeniería, logística, tecnología ambiental, comunicaciones, biotecnología, química, farmacéutica y medicina.
El Tratado de Libre Comercio beneficiará al gamer colombiano, ya que la reducción de aranceles disminuirá el precio de los juegos. Para dar un ejemplo, mientras un juego AAA cuesta cerca de USD 60 en los Estados Unidos y Canadá, ese mismo se encuentra a unos USD 90 o 100 en las tiendas autorizadas en Colombia. Los aranceles hacen que el precio final tenga un incremento superior al 50%, claro está, considerando los costos logísticos de transporte. Ya sin estas barreras, el precio de los videojuegos naturalmente disminuirá, aunque aún no podemos contarles cuánto.
Por otro lado, Colombia tendrá que trabajar para resultar suficientemente atractiva para las firmas canadienses de videojuegos, de tal manera que estos decidan establecer centros de desarrollo en nuestro país. Si bien es cierto que el mercado Latino es uno de los más prometedores para la industria, Colombia está algo quedada en el desarrollo de software de entretenimiento si se compara con México, Brasil y la Argentina. Aún así, el talento potencial existe y es posible que los desarrolladores colombianos encuentren oportunidades en esta industria, al corto y mediano plazo para algunos de ellos.
De acuerdo a la opinión del Presidente de la Junta Directiva de la Federación Colombiana de la Industria del Software (Fedesoft), Alberto Pradilla, existen oportunidades muy grandes para los desarrolladores colombianos. Estas oportunidades se encuentran en la “industria de contenidos para distintas plataformas, como dispositivos móviles o software de entretenimiento“. Afirmó que el talento colombiano está preparado para esta oportunidad:
“Tenemos capacidad para exportar por la creatividad, la capacidad de trabajo y el ingenio de los colombianos”.
Padilla recalcó las necesidades del mercado canadiense y mencionó la importancia de la ayuda que se requiere de parte del Gobierno colombiano para apoyar la industria nacional:
“Las necesidades de la industria canadiense son cada vez menos en soluciones de software empaquetados y más en el área de procesos y nuevos servicios, en ese sentido los colombianos, que somos muy creativos, tenemos fortalezas muy grandes para responder ese tipo de necesidades. Hace falta que el gobierno apoye más a este tipo de industria, principalmente en el tema de la comercialización”.
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